viernes, 10 de marzo de 2017

La ONU acusa a Turquía de “graves violaciones” de derechos humanos en el conflicto kurdo

El informe añade que hasta 500.000 personas han tenido que abandonar sus hogares



La ONU ha acusado al ejército turco de "graves violaciones" de los derechos humanos, en el marco del conflicto kurdo, en el que en año y medio han fallecido 2.000 personas, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad, durante operaciones militares en el sudeste del país.  Un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos acusa a las fuerzas de seguridad de Turquía de desapariciones forzadas masivas, incitación al odio, bloqueo de acceso a ayuda médica de emergencia, a comida, agua y cualquier tipo de asistencia de supervivencia, así como violencia sexual contra las mujeres.
El informe precisa que de las 2.000 personas muertas durante el conflicto, aproximadamente 1.200 son civiles residentes en la zona y otras 800 son miembros de las fuerzas de seguridad. El documento cita fuentes gubernamentales, que informan de que 323 civiles y 799 agentes de seguridad murieron en el periodo comprendido entre julio de 2015 y diciembre de 2016. Además, indica que 2.040 civiles y 4.428 policías o soldados han resultado heridos.
El informe detalla que entre 335.000 y 500.000 personas, la mayoría de origen kurdo, han sido desplazadas de sus hogares, que más de 30 localidades han quedado totalmente destrozadas. "Estoy particularmente preocupado porque no se ha llevado a cabo ninguna investigación creíble sobre el supuesto asesinato de cientos de personas, incluyendo mujeres y niños en un periodo de 13 meses, entre julio de 2015 y agosto de 2016", denuncia el alto comisionado, Zeid Ra'ad Al Hussein, según un comunicado. "Sobre todo porque no se ha detenido ni procesado a nadie por estos crímenes", agrega. 
Concretamente, el informe habla del caso de 189 personas en Cizre, incluidos niños, que estuvieron atrapados durante semanas sin los elementos básicos para sobrevivir, y que después murieron tras ser atacados con armamento pesado.
"La posterior demolición de los edificios destruyó evidencias y ha impedido que se pueda identificar los restos", precisa el texto.  El informe cita el ejemplo de la ciudad de Nusaybin, en la provincia de Mardin, donde 1,786 edificios han sido destruidos o dañados, o el del distrito sur de Diyarbakir, donde "el 70% de los edificios han sido sistemáticamente destruidos por bombardeos".
A pesar de las repetidas solicitudes de acceso a la región por parte del Alto Comisionado desde que la violencia comenzó en diciembre de 2015, el Gobierno turco se ha negado rotundamente a que se verifique de forma independiente lo que sucede en la zona.
Ante este bloqueo, los expertos han tenido que verificar la situación mediante imágenes de satélite que muestran vecindarios enteros totalmente arrasados. El informe además expresa "su preocupación" por la política de expropiación de la tierra de las comunidades.